Entre las muchas y muy variadas hipótesis que se han barajado sobre la personalidad del misterioso asesino de Whitechapel, una de ellas ha sido la pintoresca posibilidad de que se tratara de una mujer.
Mientras la policía buscaba a un criminal varón, una "inocente" y "débil" dama se podría haber estado deslizando, cuchillo en mano, sin levantar la menor sospecha, sin verse importunada por alguno de los agentes del orden público, siendo incluso objeto de particular mimo y protección por parte de quienes deberían haberla apresado.Esta teoría es sólo una más de las muchas que se han venido aportando, desde el momento mismo de la aparición de la primera víctima.
¿Pudo una mujer cometer tan atroces crímenes? Sin la ayuda, no de uno sino de varios cómplices, ni una mujer ni un hombre hubiera podido cometerlos. En mi opinión, es materialmente imposible que una sola persona –da igual el sexo que tuviera- realizara tan atroces actos de forma tan rápida, tan limpia, tan certera, en plena calle y sin que nadie viera ni oyera nada.
Indudablemente fue obra de varios cómplices, y todo parece indicar que también contaron con la colaboración de una o más féminas en tan macabro complot.
¿Fue Mary Kelly una de ellas? Es difícil responder a esa pregunta. Personalmente creo que sí colaboró en los asesinatos de sus compañeras de oficio, vecinas y casi seguro que amigas y confidentes.
Tal vez esta afirmación sea considerada por alguien como atrevidada. Pero creo que algo queda claro, tras un estudio imparcial de los hechos, y ese algo es que no fue Mary Jane Kelly la joven embarazada que apareció muerta en su mísero hogar el 9 de noviembre de 1888. De lo contrario, dificilmente hubiera podido charlar con una vecina relajadamente a la mañana siguiente.
¿Dónde se encontraba Mary aquella noche, mientras asesinaban a una joven en su propia cama? ¿Colaboró en el asesinato? ¿Quién era el caballero con el que la vieron alejarse del barrio poco antes de que su casero descubriera el cuerpo de la última víctima del Destripador?
